Cada día hay más españoles trabajando por cuenta propia. ¿Qué compartimos casi todos los autónomos? Que somos un desastre con nuestras finanzas. La mayoría de los autónomos aprenden de sus finanzas haciendo prueba y error: si hacen algo que les sale bien, lo repiten, y si no, cambian de estrategia.
Viendo como hacemos en general las cosas, creo que es interesante perder unos minutos poniendo por escrito los 5 fallos más comunes que hacemos con nuestro dinero:
No controlar nuestros impuestos
Si me dieran 1€ por cada vez que alguien me ha dicho “este trimestre me han dado un palo en mis impuestos”, podría escribir este artículo tumbado en una playa. Algo tan común, no deja de sorprenderme.
No tenemos ni idea cuánto nos va a tocar pagar cada trimestre. Ni sabemos aproximadamente lo que nos van a devolver en la Renta.
Ya sé que los impuestos son complicados y que la normativa es imposible de entender para alguien que no sea abogado. Pero yo creo que el principal problema es que no sabemos qué es el IVA ni cómo funciona el IRPF.
Además, nos cuenta entender que como autónomos que somos tenemos bastantes ventajas fiscales . Hay un montón de gastos que nos podríamos deducir y que nos ayudarían a ahorrar hasta 4.000€ al año.
Esta feo que lo diga yo que trabajo ahí, pero la mejor manera de controlar el estado de nuestros impuestos es usando Declarando. A lo largo del trimestre puedes consultar el resultado de todos tus modelos. Además, también ves fácilmente cuánto te estás ahorrando gracias a nuestra herramienta para deducirte gastos.
2. No separar nuestras finanzas personales y laborales
Un fallo muy común entre los autónomos es mezclar en una cuenta nuestras finanzas personales y nuestras finanzas profesionales. Al fin y al cabo, todo entra y todo sale del mismo bolsillo.
Esto es un error tremendo que provoca que no tengamos ni idea de cómo está yendo nuestro negocio. Nos cuesta saber si estamos gastando mucho, si estamos ganando lo suficiente, si hemos aumentado los ingresos o si se están disparando los gastos.
Lo primero que tienes que hacer es tener una cuenta de banco personal y otra cuenta para tu actividad como autónomo. Lo siguiente, es tener también 2 tarjetas de crédito, una asociada a cada cuenta. Por último, usar un programa para llevar tu contabilidad que te permita llevar los libros de tu negocio como exige la administración pública.
Además, piensa que si lo tienes todo mezclado, como tengas una inspección de Hacienda, lo vas a pasar fatal. Vas a tener un lío tremendo y seguramente acabará todo en sanción.
3. Poner todos los huevos en la misma cesta
Con esto a lo que me refiero, es que solemos confiar demasiado en nuestros clientes estrella. La mayoría de autónomos sucumbimos a la regla del 80/20 de Pareto, el 80% de nuestros ingresos viene del 20% de nuestros clientes. Y esto es verdaderamente peligroso, porque como se nos caigan un par, se nos desmonta el chiringuito.
De hecho, muchos trabajadores por cuenta propia nos dejamos el trabajo de asalariados porque de repente tenemos un único cliente que es la bomba. Nos cegamos en trabajar para él y no nos preocupamos de captar nuevos clientes.
Mi consejo es que si quieres que tus finanzas de autónomo sean estables, dediques un tiempo todas las semanas a buscar nuevos clientes. Da igual si las cosas van bien, si vas desbordado o si no lo necesitas. Mete género nuevo y eso también te servirá para deshacerte de otros clientes que son una verdadera pesadilla.
4. No damos suficiente importancia a los cobros
Parece mentira pero los autónomos somos un desastre para los cobros. Nos cuesta conseguir clientes, nos esforzamos por darles un buen producto o servicio y luego nos descuidamos en los cobros.
Mis consejos para cobrar a tus clientes son estos:
Cobra todo lo rápido que puedas, hay que ser rápido enviando la factura
Si puedes cobrar de contado, mucho mejor que aplazar los cobros, te ayuda a tener todo más controlado
Si no le importa al cliente, es mejor que te pague con tarjeta o recibo domiciliado, porque así controlas cuando te pagan. Si les dejas que te paguen con transferencia, te pagarán cuando quieran (y a veces no es pronto)
No financies a clientes, intenta parecerte a las grandes superficies que cobran al contado y pagan a sus proveedores a 60 días
Concentra los pagos a proveedores en un mismo día del mes, así sólo necesitas controlar la liquidez de tu cuenta bancaria los días anteriores
5. No poner bien el precio a nuestros servicios
Deja de pensar como un trabajador y empieza a pensar como un autónomo. Ese es el consejo principal para poner el precio correctamente a tus servicios.
Si no sabes muy bien cuánto cobrar, analiza a tus competidores. Mira su experiencia, servicios y capacidades, y descubre lo que están pidiendo. Ajusta tu precio a lo que ves siendo realista con tus posibilidades.
Y sobre todo, no te regales. Muchos autónomos nos ponemos en la piel del cliente y pensamos que con la dichosa crisis no van a poder pagar nuestros servicios. Sin embargo para fijar nuestros precios lo hemos de hacer en el sentido contrario, hemos de hacer autoanálisis y pensar en la satisfacción que podemos generarle a ese cliente con nuestra profesionalidad.
Por último, una de las cosas más importantes, no saques los precios por hora. Es vital que recuerdes que cuando eres un trabajador por cuenta propia no puedes pretender hacer los números de precio hora, como los hacías cuando eras trabajador.