Contabilizar facturas en moneda extranjera puede generar dudas.
En este artículo, te enseñamos cómo contabilizar ingresos y gastos en divisas diferentes al euro en tu cuenta de Declarando.
Contabilización de gastos
Al registrar gastos en moneda extranjera en tu cuenta de Declarando, ten presente lo siguiente:
Convierte el importe de la factura a euros utilizando el tipo de cambio vigente en la fecha de emisión.
Registra la factura como un “Gasto con factura” del tipo “No europeas”.
Si tu proveedor emitió la factura en una fecha en la que el tipo de cambio era diferente al de la fecha de pago, realiza los siguientes pasos:
Contabiliza la factura en la fecha de emisión utilizando el tipo de cambio de esa misma fecha.
Al momento de realizar el pago, realiza un ajuste contable por la diferencia en el tipo de cambio.
Si las diferencias no son significativas, no requerirá que hagas ningún ajuste contable.
Contabilización de ingresos
Para contabilizar los ingresos en moneda extranjera, ten en cuenta lo siguiente:
No podrás emitir la factura directamente al cliente desde Declarando, ya que no puede generar facturas en otra divisa.
Usa Excel o Word para generar la factura en la moneda correspondiente y luego crea un ingreso con factura en Declarando con el importe en euros. Deberás usar la tasa de cambio de la fecha de emisión.
Si hay diferencias de cambio cuando el cliente realiza el pago en el futuro, considera lo siguiente:
Para pequeñas diferencias, puedes optar por no realizar ajustes contables.
Para diferencias significativas o para un mejor control, contabiliza la diferencia como un gasto sin factura y utiliza el concepto de "ajuste contable" en positivo o negativo (dependiendo de si la diferencia es a tu favor o en tu contra). Indica el número de factura correspondiente en el concepto del gasto.
Cuándo no es necesario hacer un ajuste contable
Para saber cuándo es necesario hacer un ajuste contable, te mostraremos el siguiente ejemplo.
Pongamos que compras a un proveedor americano un producto que cuesta 30 $ y le pagas al recibir la mercancía.
El proveedor te emite la factura en el momento de comprar la mercancía, cuando, al tipo de cambio del momento, la factura de 30 $ equivalía a 25 €.
Pero a la hora de efectuar el pago, el dólar se revaloriza y el valor de la factura es de 28 €.
Lo correcto sería que contabilizaras la factura por valor de 25 € con la fecha de emisión y luego hicieras un apunte contable por los 3 € de diferencia.
Pero al ser una cantidad pequeña, rige el “principio de importancia relativa”, que consiste en aplicar el sentido común: es decir, que por esa pequeña diferencia, no merece la pena hacer un ajuste contable.
Ahora bien, si la diferencia fuera importante (por ejemplo, miles de euros), entonces debes hacer el ajuste contable.