El ingreso mínimo vital (IMV) no suele tributar en renta. Ahora bien, deben presentar igualmente la renta a cero todos los integrantes de la unidad familiar.

Esto es así porque lo exige la Seguridad Social. Es la única forma de poder seguir cobrándolo, junto con resto de rendimientos en el caso que los perciban.

Por ejemplo: si durante el 2022 has percibido el IMV y no has tenido ningún otro ingreso ni por cuenta ajena ni por tu actividad de autónomo, debes presentar la renta a 0, pero la tienes que presentar 🤨

Como en toda regla general, existe una excepción, y es que cuando el importe que has percibido por el IMV o junto al resto de ayudas de exclusión social, supere los 12.159,42 € deberás declararlo en renta como un rendimiento de trabajo.

No te preocupes, porque esta información se trasladará automáticamente, si le indicas que así lo quieres hacer. A continuación tienes otro ejemplo.

Si eres un contribuyente que en 2022 ha percibido las siguientes prestaciones: Ingreso mínimo vital 2.280,85 €, renta mínima de inserción: 7.567,40 €, Otras ayudas de CC.AA. y EE.LL. de carácter social: 2.800 €, Otras ayudas de CC.AA. y EE.LL. de carácter social: 1.200 €

La suma de todas las ayudas asciende a 13.848,25 € (excede del límite exento de 12.159,42 €)

Por tanto, en rendimientos íntegros de trabajo personal se incluirá de forma automática 1.688,83 € (13.848,25 € – 12.159,42 €).

Si percibes el IMV deben presentar la renta todos los miembros de la unidad familiar, porque así se lo exige la Seguridad Social para poder seguir cobrándolo.

Se rige por estos criterios también el complemento de la ayuda a la infancia.